domingo, 21 de agosto de 2011

Reforma Agraria Integral

Extracto del proyecto presentado en el Congreso Nacional – Argentina - 2010

Una Reforma Agraria Integral para la defensa de la vida campesina.

Estamos convencidos de que no puede haber desarrollo sustentable y justicia social en nuestro país si no se produce una profunda transformación del modelo agropecuario. Esa transformación implica una Reforma Agraria entendida como territorio abierto, compartido, donde podamos expresar nuestras costumbres, valorar nuestros saberes y donde primen la responsabilidad, el respeto y el trabajo comunitario y donde construyamos relaciones igualitarias entre hombre y mujer.

Nuestra Reforma Agraria Integral se basa en la participación y organización colectiva y autónoma en la toma de decisiones sobre lo que nos afecta: educación, salud, producción, comercialización, comunicación, cultura, deporte, recreación y arte.


Reforma Agraria integral es recuperar la tierra y los medios para producir, los saberes ancestrales y la tecnología apropiada, la medicina popular, los hospitales, una formación crítica y transformadora de la realidad en las escuelas y otros espacios, para todas las familias campesinas indígenas que vivimos en el campo y para quienes hoy día viven hacinados en las grandes ciudades. El campo y la ciudad deben compartir, discutir e intercambiar porque el cambio debe ser para todos.

Reforma Agraria Integral es la regularización de la tenencia de tierra de las comunidades campesinas indígenas de manera colectiva e inembargable. Es cambiar las leyes de uso del agua para que sean más justas. Un principio de esta Reforma Agraria es jerarquizar la función social de la tierra y el agua y dejar de considerar a los bienes naturales como mercancías. La tierra, el agua y los bienes naturales deben ser considerados de carácter social y natural.

El derecho a la alimentación de los pueblos, es un derecho irrenunciable que se sostiene en la dignidad y la democratización real en el mundo agrario. Es la economía campesina indígena la que puede garantizar modelos de producción agroecológicos, que abastezcan a los mercados locales con productos sanos y diversificados, sin contaminar el medio ambiente y asegurando distribución de la riqueza, empleo digno y permanencia de las familias en el campo.

La producción campesina indígena: apunta a la independencia económica, se basa en los vínculos de las comunidades, sostiene las economías de nuestro interior profundo, tiene a la mujer y al hombre de campo como compañeros, y se funda en el amor a la tierra y a la vida.

Es fundamental establecer no solo la vuelta al campo sino construir alternativas en la ciudad para de millones de personas que se encuentra en los cinturones de las periferias.

La Reforma Agraria está en nuestro sueño, nuestro diario caminar, sabemos que hay mucho por hacer pero sentimos que los discursos no bastan, que hacen falta gestos sin ambages, coraje político.

Un Programa de Reforma Agraria debe contemplar:

· Democratización del Agua y la Tierra priorizando su función social.

· La vuela al campo desde la ciudad.

· Soberanía Alimentaria: promoción de la vida campesina indígena y sus valores.

· Desarrollo de un sistema de comercialización que permita que los alimentos sanos, y de calidad lleguen desde los productores a todos los argentinos sin atravesar los intermediarios que elevan los precios.

· Un sistema de créditos y subsidios que fortalezca la producción campesina e indígena, que apoye a las familias que viven en el campo y trabajan la tierra con sus manos.

· Acceso a una educación basada en los valores de las comunidades, arraigo cultural, diversidad, multidisciplinar, agroecológica.

· Subsidios para mejorar la infraestructura rural en cuanto a servicios: caminos, educación, salud y recreación de la juventud.

· Ordenamiento territorial participativo y articulado con la sociedad civil.

· Activa participación de las organizaciones campesinas e indígenas.

¡Somos tierra para alimentar a los pueblos!